Mi única vía de escape.

 
 Cuando necesito hablar pero tengo los labios sellados, cuando necesito caminar, pero siento que mis piernas están rotas, cuando necesito sentir pero mi corazón no está, cuando necesito a alguién y no hay nadie, es cuando me refugio en ella, LA ESCRITURA. Es mi única vía de escape.
 Con un bolígrafo y un folio en blanco, con sólo eso, me puede faltar lo que sea, que me refugiaré en ella. Y así mi miedo ya no será miedo, sino valor.

 Es increíble cómo me entiende, increíble cómo me apoya, es increíble de verdad. Porque hasta hace cuatro años no me dí cuenta de mi virtud, de que por suerte o desgracia la tenía a ella, y venía de la mano de la inspiración. Sí, ésa misma, la que a veces busco y no encuentro, y me busca y no me encuentra. Hay veces que pienso , que si me quitaran la escritura, sería como si me quitasen un brazo, una pierna, es decir, jamás sería lo mismo.

Y cuando la gente me ve, y me pregunta que por qué lo hago, que es imposible que mi mayor afición sea escribir, que estoy loca, pienso que ellos no lo entienden, que no entienden que yo escriba porque sienta y sienta lo que escriba. Pero a pesar de que para ellos sea extraño, me paro a explicarles por qué lo hago, por qué me gusta y mi pasión hacia ello. A veces me entienden, otras no. Pero lo que piensen no me importa, porque escribiendo me siento mucho mejor.

Y es que, sea para lo que sea, siempre la tengo, nunca me falla, y eso es quizás lo que me une más a ella.  Que sea para lo que sea nunca me abandona.
Y ¿sabéis? Hay veces que quiero escribir, y la inspiración se esconde en tal rincón donde no puedo encontrarla, en tal sitio que la busque donde la busque sólo encuentro a la impotencia, esa que me ata.
Pero cuando la encuentro, y termino de desahogarme hasta la última palabra, siento tal virtud que la mayoría no tienen.

Al igual que para los alcohólicos el alcohol, para los actrices el cine, para los fumadores el tabaco. Para mí es el escribir, y lo necesito tanto que pienso y repito con total seguridad en mis palabras, que si me lo quitaran, yo no sería yo, y no sería igual. ES NECESIDAD.